Prospectos, una lectura altamente recomendada

 

Lectura de prospectos

¿Quién no ha puesto cara de asombro tras leer en un prospecto los efectos secundarios de un medicamento? Pero no hay que alarmarse. El gran número de reacciones o contraindicaciones que se suelen incluir en los prospectos obedece a exigencias de la ley, que obliga a que se detallen los resultados de todos los estudios sobre dicho medicamento, incluidos aquellos en los que no se trataba la patología que sufre el paciente que va a tomar el medicamento. Por ello, hay estar tranquilo y saber que probablemente muchos de esos efectos no se produzcan, aunque hay que conocer cuáles se podrían originar.

Distintos estudios indican que tres de cada diez españoles no lee “nunca” (12,5%) o sólo “a veces” (17,7%) el prospecto antes de consumir el medicamento. Una cifra superior a medida que desciende el nivel de estudios, con un 15,8% de los españoles con estudios primarios o inferiores que no lee nunca esta información y un 7,6% de quienes tienen estudios universitarios que tampoco lo hace.

Hay que reconocer que la lectura de cualquier prospecto de medicamento no es amena y mucho menos si aparece un intenso listado de efectos secundarios, lo que hace que el paciente opte por ignorar y evitar su lectura, pero los profesionales de la salud insisten en que es importante leerlos para evitar poner en riesgo la salud.

Además de leerlos, otra cosa que siempre se debe hacer es conservarlos hasta el final del tratamiento y a ser posible siempre en su caja. De esta manera se puede consultar en cualquier momento, ya que en algunas ocasiones se duda de la dosis, si se debe tomar en ayunas o con algún alimento…

Por otro lado, dependiendo de la naturaleza del fármaco, este debe almacenarse de manera diferente, por ello es importante hacer una lectura del prospecto para seguir las recomendaciones sobre su conservación. También es conveniente revisar el botiquín cada cierto tiempo y verificar la caducidad y buen estado de los medicamentos. En el caso de que sobre alguna dosis, no debe guardarse en el botiquín doméstico. Se recomienda llevar los medicamentos caducados o los sobrantes del tratamiento, con su caja y prospecto, al Punto SIGRE ubicado en las farmacias.

El uso que se haga de los medicamentos es un asunto muy serio. Por ello, es fundamental respetar al pie de la letra las indicaciones tanto de los médicos, como de los farmacéuticos y de los prospectos. Gracias al cumplimiento de los tratamientos mejora la calidad de vida de los ciudadanos permitiendo prevenir, diagnosticar, tratar o curar enfermedades. Sin embargo, el no hacer un uso responsable de los medicamentos podría tener consecuencias negativas para la salud.

En todos los prospectos siempre se recuerda que si se experimenta cualquier tipo de efecto adverso se debe consultar al médico o al farmacéutico de confianza, incluso si se trata de posibles reacciones que no aparecen en el prospecto o se ha ingerido una sobredosis del tratamiento. También se puede comunicar la incidencia directamente al Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano o llamando al 91 562 04 20.  Mediante la comunicación de efectos adversos se puede contribuir a proporcionar más información sobre la seguridad de los medicamentos que ya están comercializados.

Fuente: http://blog.cofm.es